Orgullo y literatura

Chavela Vargas.

Lesbiana mal que les pese, “Era una yegua sin potrero. Era indomable. La gente me amaba y me odiaba al mismo tiempo. Les asustaba”.

Insultantemente libre, como un espíritu indomable y con el alma tan quebrada como su voz, Chavela Vargas ha vivido a corazón abierto, con la arrogancia y el coraje que el destino sólo reserva a los sublimes. Un modelo de autenticidad y coherencia que ha atravesado una existencia apurada hasta el límite…

“Nunca estuve ni dentro ni fuera del closet. Simplemente estuve donde tenía que estar, en mi lugar: en la calle delante de todo el mundo, muy libre y muy a gusto. Y si volviera a nacer seria de nuevo Chavela Vargas”

Chavela Vargas a Federico García Lorca; ¿Qué hicieron con tu muerte?

En los años
de mi soledad,
desde pequeña,
un clavel reventó.
Abrió la brecha
para llegar del cielo
una estrella,
que se llama
Federico García Lorca.
Extiende la mano
y enseñame algo de tu vida
y de tu muerte,
que nadie sabe
qué hicieron con ella. 

 Federico García Lorca.

La niña que riega la albahaca y el príncipe preguntón.

[¿Calle?]

Negro. (Viene desde lejos.)

¡Vendo cuentos! ¡Vendo cuentos! ¡Les voy a contar un cuento!…

Había una vez…, había una vez un zapatero pobre, muy pobre,

¡requetepobre!

Zapatero (Cantando.)

Zapatero, tero, tero,

¡clava la lezna en el agujero!

Negro.

Vivía frente al palacio de un Príncipe rico, muy rico, ¡requeterrico!

Señor Príncipe, ¿quiere usted salir? ¡Estamos en las presentaciones!

(Se escuchan tres golpes)

Paje

Su Majestad el Príncipe os ruega que lo perdonéis, pero no puede salir porque está haciendo pipí.

  Állvaro Pombo.

Contranatura.

QuŽé te pasa? -preguntó— Dur‡án- No te gusto?
Salazar trag—ó saliva:
Me gustas mucho -contestó. No séŽ qué me pasa.
Y era verdad que en aquel momento de turbació—n, que era a la vez delicioso, no sab’a bien quéŽ le pasaba. Salazar
estaba sentado en el sofá junto a la chimenea, que habí’an
encendido, y Durá‡n se arrodilló— frente a éŽl y le acarici—ó las
piernas y el pene. Salazar conservaba todav’ía la camisa. Se
sent’ía sudoroso, se sent’ía incompetente, se sentí’a cohibido.

LGTB en la literatura infantil.

Rey y Rey. Linda de Haan y Stern Nijland.

 

Titiritesa. Xerardo Quintiá

Javier y el príncipe del mar. Nimphie Knox.

3 comentarios en “Orgullo y literatura

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